Si tu abogado no te proporciona una factura por los servicios prestados, es importante abordar esta situación de manera adecuada. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir:

  1. Solicita una factura: Comunícate con tu abogado y solicita explícitamente una factura por los servicios prestados. Explica que necesitas la factura para tus registros personales o para justificar gastos legales. Asegúrate de hacer esta solicitud por escrito, ya sea por correo electrónico o por carta, para tener un registro documental de tu solicitud.
  2. Explora las razones: Si tu abogado se niega a proporcionar una factura o evita el tema, intenta entender las razones detrás de ello. Puede haber malentendidos o problemas administrativos que puedan resolverse mediante una comunicación abierta y clara.
  3. Consulta a un contador o experto fiscal: Si tu abogado no cumple con tu solicitud de factura, considera buscar asesoramiento de un contador o experto fiscal para comprender las implicaciones fiscales y legales de la situación. Ellos podrán asesorarte sobre los pasos a seguir y las posibles consecuencias.
  4. Evalúa otras opciones: Si tu abogado persiste en no proporcionar una factura, es posible que desees considerar buscar otro abogado. Una relación profesional sólida implica la transparencia y la documentación adecuada de los servicios prestados. Si tu abogado no cumple con estas expectativas básicas, es posible que debas buscar un representante legal más confiable.

Que no le dé factura otro profesional, tal vez puede tener un mínimo de justificación en algún caso por la ignorancia fiscal del profesional (nunca está justificado, pero al menos se trata de un profesional que no conoce a la perfección sus obligaciones jurídicas), pero un abogado que es experto en legalidad desde luego que pretenda no dar factura es muy grave, es el colmo de los colmos.

Exija que cualquier profesional al que le contrata a cambio de un precio le entregue la factura correspondiente, pues es su derecho, la obligación del profesional y una garantía y certidumbre del servicio prestado.

Para evitar cualquier mala práctica lo mejor es siempre pactar por escrito cada servicio y efectuar el pago por ingreso o transferencia bancaria. Además, recordamos que en España no es legal hacer ningún pago por encima de 1.000 euros.